Historias de Gudaris
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Historias de Gudaris
El 24 de Marzo del año 2021 de Nuestro Señor fue la presentación y puesta de largo del equipo vitoriano Gasteizko Gudariak, Soldados de Vitoria, una panda de defenestrados políticos, la mayoría a dos pasos de la jubilación, obligados por sus propios conciudadanos, y tras años de corrupción, a divertir a la plebe a base de recibir hostias. Y es que los hinchas de los Gasteizko Gudariak probablemente sean los únicos de todo el Viejo Mundo que animan siempre al equipo contrario, celebrando efusivamente cada diente que pierde alguno de sus jugadores. Esta es la penitencia que tienen que pagar los jugadores expolíticos de este lamentable equipo por llevar a la ruina a la ciudad en la que nacieron. Solo tienen dos maneras de salir de esta, o muriendo heroicamente en el campo de batalla, o haciendo que las ganancias del equipo consigan compensar todo el dinero que estos viejos miserables han robado.
El primer partido se celebró el mismo día de la presentación del equipo, en el patatal de Mendizorroza, contra los Piedras Sedientas de Enerei, unos hombres lagarto de garras tomar y algo más experimentados que los gudaris. Cabe reseñar que antes del partido todos los jugadores de los Gasteizko Gudariak habían pasado horas rezándole a la Virgen de la Patata, como fervientes religiosos y buenos comensales que son, para que nos les partieran demasiados huesos por la tarde. Y la virgen respondió, y vaya que si lo hizo. Bajo un sol abrasador, que parecía beneficiar más a los lagartos, todas y cada una de las cosas que dependían del azar cayeron de mano de los viejos gudaris. Empezaron atacando y al poco de empezar Iñaki Gurtubay, que no ha pegado un sello en su vida, mandó herido a un saurio, y Ramiro González consiguió tumbar al Kroxigor, que afortunadamente quedó en el suelo un buen rato. El bigotudo de Jose Antonio Galera se fue herido, aunque de poca gravedad, cosa que celebraron los hinchas propios y rivales pues siempre es placentero ver sufrir a tan descarado ladrón. Con todo esto Emilio Sola corría con el balón por la banda como lo hacía años atrás llevando fajos de comisiones ilegales. Increíblemente todo lagarto rival que intentaba alcanzarle para darle su merecido se tropezaba y caía, con ridículas consecuencias, creando la suficiente confusión en los rivales como para que Ramiro González alcanzara a un pobre eslizón y lo mandara al hospital dándole un puñetazo en el cielo de la boca. Un par de eslizones más fueron a parar a la zona de noqueados antes de que Emilio Sola por fin anotara, no sin antes perder algo de tiempo en la línea de Touch Down enseñando sus partes pudendas al respetable. Quedaba tiempo suficiente para que los lagartos anotaran, aun con tres jugadores menos porque los eslizones KOs no querían volver al campo, pero la virgen volvió a aparecer, haciendo que el pobre eslizón que llevaba el balón se cayera en una esquiva y finalizara así el primer tiempo.
Para la segunda parte uno de los KOs de los hombres lagarto quiso volver y empezaron su ataque con "solo" dos jugadores menos. Los Gasteizko Gudariak, que de la misma manera que no saben atacar tampoco saben defender, no supieron aprovechar esta superioridad, aún cuando el Kroxigor rival no dejaba de atontarse sin prestar atención a lo que sucedía en el campo. Así pues el entrenador de los gudaris intentó echar mano de su arma secreta, un mago del tres al cuarto que había contratado a última hora, pero el pobre desgraciado no llegaba ni a prestidigitador infantil, y en lugar de una bola de fuego solo logró lanzar un mísero globo de agua que acertó en la cabeza de un eslizón y no ayudó mucho. Así pues mediada la segunda parte la virgen volvió a hacer acto de presencia y justo en el momento en que los Piedras Sedientas iban a marcar, el eslizón que llevaba la pelota se fue al suelo en un sprint, el balón voló a la grada, paso por varios hinchas y volvió al centro del terreno de juego, donde solo había un saurio y varios gudaris haciendo no se sabe qué. El saurio se llevo la del pulpo, porque los gudaris cuando están en superioridad son peor que las hienas, y Cesar Fernández se hizo con el balón y corrió para anotar como cuando tenía que firmar un contrato a dedo fuera de plazo.
De ahí al final del partido poco que contar, los gudaris intentando llevarse el menor numero de golpes posibles, alejándose cual gallinas de los jugadores rivales y colocando a los menos pudientes del equipo en primera línea, y los hombres lagarto prolongando su mala fortuna. Los sorprendidos hinchas vitorianos vieron decepcionados como su equipo ganaba recibiendo muy pocas hostias y observaron como, una vez más, la suerte siempre está del lado de los más privilegiados.
El primer partido se celebró el mismo día de la presentación del equipo, en el patatal de Mendizorroza, contra los Piedras Sedientas de Enerei, unos hombres lagarto de garras tomar y algo más experimentados que los gudaris. Cabe reseñar que antes del partido todos los jugadores de los Gasteizko Gudariak habían pasado horas rezándole a la Virgen de la Patata, como fervientes religiosos y buenos comensales que son, para que nos les partieran demasiados huesos por la tarde. Y la virgen respondió, y vaya que si lo hizo. Bajo un sol abrasador, que parecía beneficiar más a los lagartos, todas y cada una de las cosas que dependían del azar cayeron de mano de los viejos gudaris. Empezaron atacando y al poco de empezar Iñaki Gurtubay, que no ha pegado un sello en su vida, mandó herido a un saurio, y Ramiro González consiguió tumbar al Kroxigor, que afortunadamente quedó en el suelo un buen rato. El bigotudo de Jose Antonio Galera se fue herido, aunque de poca gravedad, cosa que celebraron los hinchas propios y rivales pues siempre es placentero ver sufrir a tan descarado ladrón. Con todo esto Emilio Sola corría con el balón por la banda como lo hacía años atrás llevando fajos de comisiones ilegales. Increíblemente todo lagarto rival que intentaba alcanzarle para darle su merecido se tropezaba y caía, con ridículas consecuencias, creando la suficiente confusión en los rivales como para que Ramiro González alcanzara a un pobre eslizón y lo mandara al hospital dándole un puñetazo en el cielo de la boca. Un par de eslizones más fueron a parar a la zona de noqueados antes de que Emilio Sola por fin anotara, no sin antes perder algo de tiempo en la línea de Touch Down enseñando sus partes pudendas al respetable. Quedaba tiempo suficiente para que los lagartos anotaran, aun con tres jugadores menos porque los eslizones KOs no querían volver al campo, pero la virgen volvió a aparecer, haciendo que el pobre eslizón que llevaba el balón se cayera en una esquiva y finalizara así el primer tiempo.
Para la segunda parte uno de los KOs de los hombres lagarto quiso volver y empezaron su ataque con "solo" dos jugadores menos. Los Gasteizko Gudariak, que de la misma manera que no saben atacar tampoco saben defender, no supieron aprovechar esta superioridad, aún cuando el Kroxigor rival no dejaba de atontarse sin prestar atención a lo que sucedía en el campo. Así pues el entrenador de los gudaris intentó echar mano de su arma secreta, un mago del tres al cuarto que había contratado a última hora, pero el pobre desgraciado no llegaba ni a prestidigitador infantil, y en lugar de una bola de fuego solo logró lanzar un mísero globo de agua que acertó en la cabeza de un eslizón y no ayudó mucho. Así pues mediada la segunda parte la virgen volvió a hacer acto de presencia y justo en el momento en que los Piedras Sedientas iban a marcar, el eslizón que llevaba la pelota se fue al suelo en un sprint, el balón voló a la grada, paso por varios hinchas y volvió al centro del terreno de juego, donde solo había un saurio y varios gudaris haciendo no se sabe qué. El saurio se llevo la del pulpo, porque los gudaris cuando están en superioridad son peor que las hienas, y Cesar Fernández se hizo con el balón y corrió para anotar como cuando tenía que firmar un contrato a dedo fuera de plazo.
De ahí al final del partido poco que contar, los gudaris intentando llevarse el menor numero de golpes posibles, alejándose cual gallinas de los jugadores rivales y colocando a los menos pudientes del equipo en primera línea, y los hombres lagarto prolongando su mala fortuna. Los sorprendidos hinchas vitorianos vieron decepcionados como su equipo ganaba recibiendo muy pocas hostias y observaron como, una vez más, la suerte siempre está del lado de los más privilegiados.
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Segundo partido de los Gudaris
El 31 de Marzo del año 2021 de nuestro señor los Gasteizko Gudariak jugaron su segundo partido de campus, esta vez fuera de casa y contra los Goblins PdM en Cuadros de Dacamro. Algunos pocos hinchas vitorianos se desplazaron hasta el estadio Local (Nombre muy ingenioso) de los goblins, probablemente los aún esperan que los Gudaris paguen lo que una vez robaron. Si en el primer partido la suerte del equipo vitoriano fue impresionante, en este lo fue todavía más. Además, antes del partido, alguien adulteró la comida de los trolls, provocándoles una indisposición que les duró todo el partido que les hacía comportarse de manera totalmente errática. Los jugadores del equipo rival fueron desapareciendo del terreno de juego en extrañas circunstancias, los trolls del equipo goblin solo hacían estupideces, y los expoliticos gudaris pudieron campar a sus anchas por el terreno de juego durante la mayor parte del encuentro.
Empezó el encuentro con un clima perfecto para reventarse las costillas sobre el cesped y una pedrada de los hinchas sobre el primer goblin que se fue herido, pada más INRI era el que llevaba el Pogo Saltarín. Además la patada rebotó sobre el defensa Raimundo Diaz, que encima se encontraba sobre la línea divisoria listo para correr, y este la atrapó más rápido que cuando aceptaba sobornos urbanísticos. Los gudaris empezaron a correr por la banda, mientras la bola goblin aturdía al desgraciado de Borja Rodriguez, y el primer goblin se caía en la primera esquiva, situación que ponía en bandeja el primer TD de los vitorianos. Los goblins aún intentaron alcanzar al Raimundo Diaz antes de que anotara, pero el resultado fue un goblin muerto tras un tropiezo, realmente lamentable, y los gudaris anotaron sin problemas. Borja Rodriguez, tras este pequeño parón, volvió al terreno de juego, pero el fánatico de los goblins fue expulsado por llevar la bola con cadena, y ni sobornando al árbitro pudieron evitar esta injusta decisión. Esto unido a que nada más poner el balón sobre el terreno de juego otra pedrada mandó otro goblin al banquillo, hacía que ya hubiera 4 goblins fuera frente a ningún gudari. La suerte empezaba a ser escandalosa, pero aún quedaba lo mejor. Empiezan pegando los trolls y la torpeza del primero que golpea hace que se caiga al suelo tras golpearse la mandíbula a sí mismo. Raimundo Ruiz aprovecha el desconcierto para golpear al rival con motosierra y mandarlo a la zona de KOs, y sus compañeros corren hacia la pelota como político que lleva un sobresueldo. Cazalilla, el goblin estrella del equipo rival, consigue pillar la pelota, pero en inferioridad numérica sus compañeros no pueden protegerle, y le cae la del pulpo. La pelota rebota bastante favorablemente para los Gasteizko Gudariak y Ramiro González, el ex Diputado General que se gastaba dinerales en aeropuertos sin aviones, pilló la pelota y a correr. Tras otra caída esquivando de los goblins el partido ya iba 0-2. El árbitro intenta expulsar al goblin con motosierra y esta vez si que funciona el soborno, y tras el saque doble pedrada, una a cada equipo, y ya van cuatro. La motosierra por fin funciona y manda herido a Raimundo Ruiz, y provoca que el resto de sus compañeros corran hacia atrás como cobardes. El equipo de PdM en Cuadros intenta anotar rápidamente, lanzando a su goblin estrella sobre la línea rival, pero el Troll intenta comérselo, cosa que logra evitar el médico en el último momento sacando a Cazalilla de la boca del troll bastante baboseado. Los goblins avanzan lentamente, mientras Emilio Sola reúne el suficiente valor para acercarse a golpear al motosierras, y con gran fortuna consigue mandarlo herido a la enfermería. Otro goblin menos. A pesar de toda esta mala suerte el equipo local tuvo una última oportunidad para marcar antes del descanso, lanzaron un goblin con el balón a mitad del campo contrario, pero se fue al suelo, una vez más poniendo fin a una desastrosa primera parte.
Comienza el segundo tiempo y la suerte sigue del lado de los Gasteizko Gudariak de manera asombrosa. Los pocos hinchas de vitoria que se había desplazado a ver el partido les insultan con los peores improperios, lo que consigue motivar a los políticos, un troll pierde el tiempo buscando algo en su nariz y los goblins fallan al intentar coger la pelota. Vía libre otra vez más para los gudaris, pero no obstante los goblins consiguen ingeniárselas para pillar el balón y montar una defensa sobre su estrella. Solo un espejismo porque Gorka Urtaran, el ex alcalde que arruinó a su ciudad construyendo un museo de Arte Contemporaneo en una Estación de Autobuses, encuentra un hueco, le golpea y lo manda herido. Los PdM en Cuadro deciden apoyar el juego en sus trolls para hacer un hueco y sacar un goblin con la pelota de la maraña que se ha formado, pero los trolls no dejan de comportarse como auténticos subnormales, dejando la situación en bandeja para los vitorianos, que consiguen derribar al goblin que había vuelto a pillar la pelota y tras otro afortunado rebote Iñaki Gurtubay engancha la pelota y corre hacia la línea de TD. 0-3. Tras el saque los goblins vuelven a intentar anotar, lanzan un goblin sobre la mitad del campo rival y se echan encima de los vitorianos, pero Cesar Fernandez, cuál bailarín elfo, esquiva a sus rivales, golpea al portador del balón y lo pilla él. Un troll consigue golpearle, derribándolo, el balón se va a la grada y los hinchas lo devuelven un poco más avanzado sobre el terreno de los gudaris. Un goblin intenta pillarlo pero se va al suelo en el último momento, menudo desastre de día. Eduardo Aguinaco intenta hacerse con el balón entonces, pero se le escurre cual sardina entre sus dedos de funcionario. Oportunidad que vuelven a desaprovechar los goblins, fallando al esquivar y yéndose al suelo. Tras esta serie de ridículas acciones llega la jugada final. Eduardo Aguinaco pilla la pelota y corre, se la da en la mano a Iñaki Gurtubay, este corre hacia adelante y se la pasa a Garka Urtaran, que la pilla a pesar de estar acosado por un troll. Este, esquiva y sale corriendo para anotar sobre la bocina. 0-4.
Segundo partido y segunda victoria de los gudaris, apoyándose en un estilo de juego basado en llevar una flor en el culo para que todo les salga bien y al rival todo mal. Los hinchas vitorianos, que solo deseaban ver como les partían la cara a estos políticos corruptos, están empezando a cogerle cariño al equipo. No sería la primera vez en la historia que los ciudadanos acaban por venerar a aquellos que les han llevado a la ruina.
Empezó el encuentro con un clima perfecto para reventarse las costillas sobre el cesped y una pedrada de los hinchas sobre el primer goblin que se fue herido, pada más INRI era el que llevaba el Pogo Saltarín. Además la patada rebotó sobre el defensa Raimundo Diaz, que encima se encontraba sobre la línea divisoria listo para correr, y este la atrapó más rápido que cuando aceptaba sobornos urbanísticos. Los gudaris empezaron a correr por la banda, mientras la bola goblin aturdía al desgraciado de Borja Rodriguez, y el primer goblin se caía en la primera esquiva, situación que ponía en bandeja el primer TD de los vitorianos. Los goblins aún intentaron alcanzar al Raimundo Diaz antes de que anotara, pero el resultado fue un goblin muerto tras un tropiezo, realmente lamentable, y los gudaris anotaron sin problemas. Borja Rodriguez, tras este pequeño parón, volvió al terreno de juego, pero el fánatico de los goblins fue expulsado por llevar la bola con cadena, y ni sobornando al árbitro pudieron evitar esta injusta decisión. Esto unido a que nada más poner el balón sobre el terreno de juego otra pedrada mandó otro goblin al banquillo, hacía que ya hubiera 4 goblins fuera frente a ningún gudari. La suerte empezaba a ser escandalosa, pero aún quedaba lo mejor. Empiezan pegando los trolls y la torpeza del primero que golpea hace que se caiga al suelo tras golpearse la mandíbula a sí mismo. Raimundo Ruiz aprovecha el desconcierto para golpear al rival con motosierra y mandarlo a la zona de KOs, y sus compañeros corren hacia la pelota como político que lleva un sobresueldo. Cazalilla, el goblin estrella del equipo rival, consigue pillar la pelota, pero en inferioridad numérica sus compañeros no pueden protegerle, y le cae la del pulpo. La pelota rebota bastante favorablemente para los Gasteizko Gudariak y Ramiro González, el ex Diputado General que se gastaba dinerales en aeropuertos sin aviones, pilló la pelota y a correr. Tras otra caída esquivando de los goblins el partido ya iba 0-2. El árbitro intenta expulsar al goblin con motosierra y esta vez si que funciona el soborno, y tras el saque doble pedrada, una a cada equipo, y ya van cuatro. La motosierra por fin funciona y manda herido a Raimundo Ruiz, y provoca que el resto de sus compañeros corran hacia atrás como cobardes. El equipo de PdM en Cuadros intenta anotar rápidamente, lanzando a su goblin estrella sobre la línea rival, pero el Troll intenta comérselo, cosa que logra evitar el médico en el último momento sacando a Cazalilla de la boca del troll bastante baboseado. Los goblins avanzan lentamente, mientras Emilio Sola reúne el suficiente valor para acercarse a golpear al motosierras, y con gran fortuna consigue mandarlo herido a la enfermería. Otro goblin menos. A pesar de toda esta mala suerte el equipo local tuvo una última oportunidad para marcar antes del descanso, lanzaron un goblin con el balón a mitad del campo contrario, pero se fue al suelo, una vez más poniendo fin a una desastrosa primera parte.
Comienza el segundo tiempo y la suerte sigue del lado de los Gasteizko Gudariak de manera asombrosa. Los pocos hinchas de vitoria que se había desplazado a ver el partido les insultan con los peores improperios, lo que consigue motivar a los políticos, un troll pierde el tiempo buscando algo en su nariz y los goblins fallan al intentar coger la pelota. Vía libre otra vez más para los gudaris, pero no obstante los goblins consiguen ingeniárselas para pillar el balón y montar una defensa sobre su estrella. Solo un espejismo porque Gorka Urtaran, el ex alcalde que arruinó a su ciudad construyendo un museo de Arte Contemporaneo en una Estación de Autobuses, encuentra un hueco, le golpea y lo manda herido. Los PdM en Cuadro deciden apoyar el juego en sus trolls para hacer un hueco y sacar un goblin con la pelota de la maraña que se ha formado, pero los trolls no dejan de comportarse como auténticos subnormales, dejando la situación en bandeja para los vitorianos, que consiguen derribar al goblin que había vuelto a pillar la pelota y tras otro afortunado rebote Iñaki Gurtubay engancha la pelota y corre hacia la línea de TD. 0-3. Tras el saque los goblins vuelven a intentar anotar, lanzan un goblin sobre la mitad del campo rival y se echan encima de los vitorianos, pero Cesar Fernandez, cuál bailarín elfo, esquiva a sus rivales, golpea al portador del balón y lo pilla él. Un troll consigue golpearle, derribándolo, el balón se va a la grada y los hinchas lo devuelven un poco más avanzado sobre el terreno de los gudaris. Un goblin intenta pillarlo pero se va al suelo en el último momento, menudo desastre de día. Eduardo Aguinaco intenta hacerse con el balón entonces, pero se le escurre cual sardina entre sus dedos de funcionario. Oportunidad que vuelven a desaprovechar los goblins, fallando al esquivar y yéndose al suelo. Tras esta serie de ridículas acciones llega la jugada final. Eduardo Aguinaco pilla la pelota y corre, se la da en la mano a Iñaki Gurtubay, este corre hacia adelante y se la pasa a Garka Urtaran, que la pilla a pesar de estar acosado por un troll. Este, esquiva y sale corriendo para anotar sobre la bocina. 0-4.
Segundo partido y segunda victoria de los gudaris, apoyándose en un estilo de juego basado en llevar una flor en el culo para que todo les salga bien y al rival todo mal. Los hinchas vitorianos, que solo deseaban ver como les partían la cara a estos políticos corruptos, están empezando a cogerle cariño al equipo. No sería la primera vez en la historia que los ciudadanos acaban por venerar a aquellos que les han llevado a la ruina.
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Tercer partido de los Gudaris.
Tercer partido de los Gasteizko Gudariak dentro del Campus de preparatoria, y vuelta al estadio de Mendizorroza, donde sus hinchas les esperaban con ganas de reventarles los higadillos a pesar de las dos victorias iniciales. Esta vez contra un equipo de moradores del inframundo llamado "Los Chicos de la Mina" entrenados por Tobax, que venían bastante tocados del partido anterior. Para contrarrestar esta desventaja los Chicos de la Mina se trajeron de su guarida un fanático con una bola con pinchos y algunas monedas para sobornar al árbitro. Los Gudaris sin embargo contaron con la extraña ayuda de un grupo de viejas religiosas, que se pasaron con lo carajillos después de misa, fueron al partido desmelenadas y no dudaron en bajar a la banda a animar a sus queridos exfuncionarios, olvidándose de su condición de corruptos.
El partido empezó, otra vez, con suerte para los Gudaris, moneda a favor del equipo de casa, la patada inicial fuera del campo, y lsa viejas animando y motivando a los jugadores vitorianos. Ramiro Gonzalez se quedó con el balón, e intentó correr primero por una banda, pero tuvo que retroceder ante la presión rival, mientras tanto la bola con cadena empezaba a derribar compañeros suyos como si fueran bolos. Los mineros empezaron muy bien, con los goblin golpeando duro a los bretonianos, lo que quizás provocó en ellos un exceso de confianza que duró todo el partido e hizo que en ocasiones tomaran decisiones demasiado arriesgadas. Además, el troll no estuvo nunca a la altura, cayéndose a las primeras de cambio y dando tiempo a los vitorianos a correr por la otra banda. Mientras esto ocurría el fanático seguía a lo suyo y mandaba herido a Borja Rodriguez, que se perdía lo que quedaba de partido. Durante algunos turno el troll decidió echarse una siesta sobre el mullido césped de Mendizorroza, mientras los bretonianos dejaban knoqueados a algunos de sus compañeros, y es que los goblins no rehuían el cuerpo a cuerpo, y solo el fanático era capaz de dar la réplica. Finalmente Ramiro Gonzalez alcanzó la línea de touchdown mediada la primera parte, terminando con el caós que se había formado en el campo. Atacan ahora los Chicos de la Mina, utilizando algo de oro para que no expulsen a su mejor jugador, el fanático. Mientras las viejas beatas siguen animando con fuerza y vuelven a motivar a los gudaris. La bola con cadena manda a tres jugadores al suelo nada más realizarse el saque, reventando la rodilla de Miguel Garnica que ya no volverá a ser el mismo, y va directo al ruinoso hospital con goteras que él mismo mandó construir. Los inframundo deciden emplear una extraña táctica que consiste en mandar al troll solo por una banda y los goblins atacar por la otra. Funcionó a a medias, ya que el troll esta vez si supo moverse en solitario y los goblins consiguieron formar alrededor de su compañero que llevaba la pelota, pero los Gudaris consiguieron alcanzarlo finalmente y mandarlo fuera del campo. Los hinchas vitorianos, ni que decir tiene, le dieron pal pelo, y devolvieron la pelota al campo de los mineros. Ya sin tiempo para anotar los dos equipos se dedican a pegarse, con alguna falta incluida, duramente hasta el final de la primera parte, momento en el que finalmente el fanático es expulsado.
Comienza el segundo tiempo y los Gudaris tienen dos jugadores menos, ya que los mineros recuperan a su jugadores knoqueados, con lo cual la cosa pinta bastante difícil. Comienza una terrible ventisca, que en principio beneficia al equipo vitoriano, que corre más y va ganando, y la patada inicial se va muy larga, lo que les beneficia aún más. los goblins del inframundo atacan, faltas incluidas para aumentar su ventaja numérica, pero de manera infructuosa, y fallan al intentar atrapar el balón. Los bretonianos organizan su defensa y los goblins, a la segunda, pillan la pelota e intentan corre por una banda obstaculizados por los bretonianos. El troll se cae intentando un sprint en plena ventisca y los expolíticos vitorianos aprovechan el desconcierto inframundano para mandar al hospital a dos rivales, uno de ellos el que llevaba el balón. Los vitoriano intentan atrapar el balón pero fallan, luego una de las ratas del inframundo vuelve a caerse a causa de la ventisca, los Gudaris intentan reorganizarse, pero vuelven a fallar a atrapar el balón y el partido parece ya a estas alturas una actuación de payasos de circo cuando otra rata se vuelve a caer. El público, sin embargo, disfruta de este cómico espectáculo. Finalmente esto termina cuando los bretonianos mandan a tres rivales a la grada y Ramiro Gonzalez, a la tercera intentona, consigue atrapar la pelota y correr hacia adelante. Ya con muy pocos jugadores en el campo, los Chicos de la mina no pueden defender el ataque rival y Ramiro Gonzalez vuelve a anotar. Final del partido.
Los propios jugadores y el cuerpo técnico están tremendamente sorprendidos de la marcha del equipo. Es verdad que la suerte les está acompañando cada vez que juegan, pero de momento sólo conocen la victoria, llevan una serie de 8 TD a favor y ninguno en contra, y algunos jugadores están pareciendo verdaderos profesionales. Algunos pocos hinchas comienzan a dudar de su rencor hacia los expolíticos, y han empezado incluso a cogerle cariño al equipo.
El partido empezó, otra vez, con suerte para los Gudaris, moneda a favor del equipo de casa, la patada inicial fuera del campo, y lsa viejas animando y motivando a los jugadores vitorianos. Ramiro Gonzalez se quedó con el balón, e intentó correr primero por una banda, pero tuvo que retroceder ante la presión rival, mientras tanto la bola con cadena empezaba a derribar compañeros suyos como si fueran bolos. Los mineros empezaron muy bien, con los goblin golpeando duro a los bretonianos, lo que quizás provocó en ellos un exceso de confianza que duró todo el partido e hizo que en ocasiones tomaran decisiones demasiado arriesgadas. Además, el troll no estuvo nunca a la altura, cayéndose a las primeras de cambio y dando tiempo a los vitorianos a correr por la otra banda. Mientras esto ocurría el fanático seguía a lo suyo y mandaba herido a Borja Rodriguez, que se perdía lo que quedaba de partido. Durante algunos turno el troll decidió echarse una siesta sobre el mullido césped de Mendizorroza, mientras los bretonianos dejaban knoqueados a algunos de sus compañeros, y es que los goblins no rehuían el cuerpo a cuerpo, y solo el fanático era capaz de dar la réplica. Finalmente Ramiro Gonzalez alcanzó la línea de touchdown mediada la primera parte, terminando con el caós que se había formado en el campo. Atacan ahora los Chicos de la Mina, utilizando algo de oro para que no expulsen a su mejor jugador, el fanático. Mientras las viejas beatas siguen animando con fuerza y vuelven a motivar a los gudaris. La bola con cadena manda a tres jugadores al suelo nada más realizarse el saque, reventando la rodilla de Miguel Garnica que ya no volverá a ser el mismo, y va directo al ruinoso hospital con goteras que él mismo mandó construir. Los inframundo deciden emplear una extraña táctica que consiste en mandar al troll solo por una banda y los goblins atacar por la otra. Funcionó a a medias, ya que el troll esta vez si supo moverse en solitario y los goblins consiguieron formar alrededor de su compañero que llevaba la pelota, pero los Gudaris consiguieron alcanzarlo finalmente y mandarlo fuera del campo. Los hinchas vitorianos, ni que decir tiene, le dieron pal pelo, y devolvieron la pelota al campo de los mineros. Ya sin tiempo para anotar los dos equipos se dedican a pegarse, con alguna falta incluida, duramente hasta el final de la primera parte, momento en el que finalmente el fanático es expulsado.
Comienza el segundo tiempo y los Gudaris tienen dos jugadores menos, ya que los mineros recuperan a su jugadores knoqueados, con lo cual la cosa pinta bastante difícil. Comienza una terrible ventisca, que en principio beneficia al equipo vitoriano, que corre más y va ganando, y la patada inicial se va muy larga, lo que les beneficia aún más. los goblins del inframundo atacan, faltas incluidas para aumentar su ventaja numérica, pero de manera infructuosa, y fallan al intentar atrapar el balón. Los bretonianos organizan su defensa y los goblins, a la segunda, pillan la pelota e intentan corre por una banda obstaculizados por los bretonianos. El troll se cae intentando un sprint en plena ventisca y los expolíticos vitorianos aprovechan el desconcierto inframundano para mandar al hospital a dos rivales, uno de ellos el que llevaba el balón. Los vitoriano intentan atrapar el balón pero fallan, luego una de las ratas del inframundo vuelve a caerse a causa de la ventisca, los Gudaris intentan reorganizarse, pero vuelven a fallar a atrapar el balón y el partido parece ya a estas alturas una actuación de payasos de circo cuando otra rata se vuelve a caer. El público, sin embargo, disfruta de este cómico espectáculo. Finalmente esto termina cuando los bretonianos mandan a tres rivales a la grada y Ramiro Gonzalez, a la tercera intentona, consigue atrapar la pelota y correr hacia adelante. Ya con muy pocos jugadores en el campo, los Chicos de la mina no pueden defender el ataque rival y Ramiro Gonzalez vuelve a anotar. Final del partido.
Los propios jugadores y el cuerpo técnico están tremendamente sorprendidos de la marcha del equipo. Es verdad que la suerte les está acompañando cada vez que juegan, pero de momento sólo conocen la victoria, llevan una serie de 8 TD a favor y ninguno en contra, y algunos jugadores están pareciendo verdaderos profesionales. Algunos pocos hinchas comienzan a dudar de su rencor hacia los expolíticos, y han empezado incluso a cogerle cariño al equipo.
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